Para todos quienes llevamos un tiempo cultivando el tema de la germinación es sumamente importante y para muchos ha sido un dolor de cabeza. Lograr que la semilla, que a veces es tan cara, se transforme en planta es crucial para el inicio del cultivo en tiempo y forma.
Las semillas de hortalizas que venden en Chile vienen con un nivel de pureza y sobretodo germinación mínimo certificado. Esto significa que en condiciones ideales de germinación habrá al menos ese porcentaje de semillas que se transformarán en plantas, pero esto no es garantía para el éxito si no generamos esas condiciones ideales.
Para germinar, una semilla necesita:
1- Humedad: Las semillas se rehidratan con la humedad del sustrato o medio en que se ponen a germinar. Hay que recordar que gran parte de la humedad de la semilla la pierde antes de salir de la planta madre y mientras está almacenada sigue secándose.
2- Oxígeno: La semilla requiere oxígeno para germinar, por eso no puede estar sumergida completamente en agua.
3- Temperatura: Cada tipo de semilla tiene un rango propio que favorece la germinación.
En la horticultura tradicional se prepara la tierra haciéndola mullida y suave (más suave mientras más chica la semilla), se esparcen las semillas y se cubren con una capa de tierra que va entre una y 3 veces el grosor de la semilla. Luego se mantiene húmeda (no empapada) la capa superficial de tierra hasta que se asoman los cotiledones (primeras hojas) verdes sobre la capa de tierra.
Lo anterior maneja relativamente bien los dos primeros puntos; la humedad y el oxígeno. El punto de la temperatura se maneja más bien en la experiencia del horticultor de en qué época del año se siembra cada hortaliza.
Cuando queremos germinar una semilla fuera de época, una semilla delicada o simplemente asegurarnos, trabajamos controlando la temperatura de distintas maneras:
1- Uso de invernadero: Un invernadero mantiene una temperatura mayor que al aire libre y generalmente la germinación mejora a mayor temperatura.
2- Una cámara de germinación: Una especie de mini invernadero que a veces se ubica dentro de un invernadero. Al ser de menor volumen permite un mayor control de la humedad y la temperatura.
3- Un germinador – propagador: Ahora están disponibles a un precio muy accesible. Consisten de una bandeja donde se ubica el sustrato y una tapa transparente. La tapa actúa como un mini invernadero y los hay sin ventilación, con regulación de la ventilación y hasta con un calefactor eléctrico.
4- Se puede hacer la germinación ubicando la bandeja o almaciguera dentro de la casa en un lugar tibio y ojalá soleado. También se puede hacer con un germinador con tapa lo que asegura mejores resultados.
La mejor germinación la he conseguido con un germinador – propagador simple haciendo lo siguiente:
1- Poner la base de sustrato en la bandeja (unos 5 a 10 cm). Yo uso una mezcla de turba, perlita y algo de compost, tierra o humus dependiendo de cuánto tiempo pretendo dejar las plantas en el germinador. Humedezco con un pulverizador y compacto un poco el sustrato.
2- Esparzo las semillas de forma homogénea sobre el sustrato.
3- Cubro las semillas con turba pura, espolvoreando hasta que ya no se vean más las semillas. Se puede compactar un poco sin molestar ni desenterrar las semillas.
4- Humedezco la superficie con un pulverizador (regulado para el rocío más fino). Cuando la capa superficial está completamente húmeda cambia de color y ya está.
5- Pongo la tapa transparente y cierro las ventilaciones completamente.
6- Pongo el germinador en un lugar dentro de la casa que se mantenga entre 20 y 30 grados Celsius, donde no reciba el sol directo pero que reciba un poco de luz. Hay que mantener la humedad en la superficie de turba con el pulverizador.
7- Una vez se produce la germinación abro las ventilaciones o saco la tapa durante el día y pongo en un lugar de luz directa.
Finalmente recomiendo tener mucho ojo con las semillas que se usan en relación a:
1- Antigüedad de la semilla: Mientras más antigua la semilla menor es la germinación llegando a ser 0% a partir de los 7 años. Recomiendo leer la fecha de envasado de las semillas antes de comprar.
2- Las semillas suelen tener un tratamiento con Thiram para evitar la pudrición antes de la germinación. Esto las hace tener mayor durabilidad pero al ser un químico vale la pena remojarlas por unas horas antes de germinar y botar esa agua.
Ahora a germinar. Si se puede, es mejor germinar las semillas por grupos, de esta manera podemos ir mejorando el proceso y no arriesgamos equivocarse con todas. Para cualquier duda o comentario escríbannos abajo.