Todo el año podemos hacer nuestros plantines de calidad, de manera profesional y eficiente para sacar el máximo provecho a nuestro tiempo, semillas y sustrato.
Hay especies de siembra directa como la zanahoria, cebollas, cebollines, puerros, porotos, arvejas, habas, maíz, rúcula y rabanito con las cuales no se requiere o inlcuso no se aconseja hacer almácigos para luego transplantar. Para las especies que si necesitan o se aconseja hacer almacigos lo ideal es hacer plantines individuales más que llenar de semillas una bolsa o maceta para luego tener que separarlas con la dificultad, el tiempo y el daño a las plantas que eso trae.
Vamos a revisar la práctica de hacer almácigos en almacigueras – speedlings de manera de tener los mejores resultados y simplificarnos la vida.
Primero necesitamos definir el tamaño de los alveolos de la almaciguera. En La Mano Verde nosotros manejamos almacigueras de entre 32 y 200 alveolos por ejemplo. Las de 32 o 50 se usan para plantas de semilla grande como zapallos. Las de 200 alveolos se usan para semillas chicas como lechugas. Aparte de lo obvio, el tamaño del alveolo respecto del tamaño de la semilla es importante ya que cuando hay mucho sustrato (alveolo grande) para una semilla chica aumentan mucho las posibilidades de que la semilla se pudra antes de germinar por tener mucha humedad disponible antes de la germinación.
El segundo factor clave es el sustrato con que llenamos la almaciguera. Las semillas requieren cierto nivel de humedad que permita primero la hidratación inicial (activación) de la semilla así como la mantención de la humedad mientras se desarrolla el plantín, pero debe haber suficiente drenaje para evitar el exceso de humedad que puede podrir la semilla o enfermar el jovén plantín. El sustrato ideal mantiene la humedad pero sin que se mantenga mojado, y además debe ser lo suficientemente liviano y maleable para que el plantín pueda emerger hacia arriba y clavar sus raíces. Hay que decir que la granulometría del sustrato también es muy importante, sobre todo en semillas más pequeñas que con un sustrato muy grueso pueden quedan rodeadas de burbujas grandes de aire y nunca germinar. Para irse a la segura en cuanto a sustrato lo que se suele usar es una mezcla que incluya: turba o similar para retener humedad con la adecuada granulometría (particulas pequeñas). Además incluye algún sustrato que promueva el drenaje y permita que queden pequeñas burbujas de aire. La perlita y la vermiculita son los más usados ya que son livianos y cumplen muy bien la misión del drenaje. Finalmente se debe proveer a las plantas con algún tipo de fertilización para cuando ya empiezan a agotar sus reservas que traen en los cotiledones. Esto se suele hacer con fertilizantes químicos diluidos en agua que se incorporan al riego. Nosotros que hacemos la producción de plantines en forma orgánica lo hacemos añadiendo un poco de compost a la mezcla de sustrato. Los porcentajes en la mezcla varían de productor en productor, también hay algunos que usan mezcla para debajo de las semillas y cubren estas con vermiculita o perlita sola para favorecer la emergencia de la planta.
Como tercer factor está el proceso de llenado de la almaciguera, sembrado y primer riego. Una manera probadamente exitosa es llenar la almaciguera con sustrato relativamente seco (no debe estar demasiado seco). Una vez llena la almaciguera se hidrata progresivamente con una aspersión fina. Se puede usar un pulverizador de cualquier tipo, pero lo importante es que sea una gotita bien fina y dar tiempo para que la humedad penetre la turba y se distribuya. Cuando ya no absorva más agua se apreta un poco cada alveolo con el dedo provocando una depresión al centro del alveolo. Ahí se ubica una semilla en cada alveolo recordando que semillas mayores requieren una depresión más profunda que las semillas menores. Luego se vuelve a rellenar hasta el borde con sustrato. Luego se vuelve a saturar de agua con el pulverizador y se vuelve a apretar, pero esta vez dejando la superficie plana. Nuevamente pulverizar agua hasta ver que ya no absorve más. Para el llenado recomiendo usar una bandeja o plástico debajo para captar todo el sustrato sin que se pierda. Retirarlo antes de pulverizar para que no se moje.
Ya tenemos nuestra siembra activada. Ya no se puede hechar pié atrás y las semillas o germinan o mueren una vez que se mojaron por primera vez. En general conviene poner la almaciguera en un lugar sin grandes variaciones de temperatura donde les llegue buena luz (sobre todo cuando empiezan a germinar) y que la temperatura no sea muy baja. Hay que revisar que en este punto no se seque demasiado el sustrato ya que las semillas están muy vulnerables a la falta de humedad, pero sin exagerar. No se debe mantener mojado, sólo húmedo. Hay que seguir usando el pulverizador hasta que ya tenemos plantines firmes ya que un riego más fuerte puede remover las semillas. Ponerles una tapa transparente ayuda mucho a mejorar y apurar la germinación.
A veces uno se quiere ir un fin de semana y no sabe qué hacer con la almaciguera. En estos casos se puede poner la almaciguera sobre una bandeja con agua para que se mantenga la humedad por capilaridad. Basta con que la base de cada alveolo quede en contacto con el agua, no hay que sumergir la almaciguera en agua… Yo uso una bandeja con fibra de coco y agua. La fibra ayuda a mejorar la capilaridad y además absorve y mantiene mucha agua.
Dependiendo de la especie sembrada, la temperatura y la calidad de las semillas generalmente podemos ver que los plantines emergen entre 3 y 15 días después de activados. Si los vemos muy alargados y finos, conviene ponerlos en un lugar que lles llegue el sol directo al menos un par de horas al día, pero extra cuidado que no se seque demasiado el sustrato. Hay que considerar que mientras más grande está el plantín más agua necesita y más rápido agotan la humedad del sustrato.
Luego de la siembra, a partir de los 30 días debieramos tener plantines que ya pueden ser transplantados. Esto varía por especie, temperaturas y calidad de la semilla, pero no debiera pasar de 45 días salvo excepciones muy puntuales de especies muy lentas. Un plantín transplantable es uno que ya ha desarrollado un pan de raíces que afirma todo el sustrato del alveolo. Muchas veces se pueden sacar de la almaciguera tirándolos suavemente del tallo, pero si hay dudas se puede introducir un palito por el hoyo de drenaje para empujar desde abajo mientras se tira. Antes de sacar los plantines recomiendo hacer un riego una hora antes, para que salgan más fácil.
Una vez sacamos los plantines hay que plantarlos en tierra al mismo nivel del tallo al que estaban en la almaciguera en no más de un día. Ojo que se secan aún más rápido fuera de la almaciguera. Para un buen desarrollo y establecimiento inicial hay productos sorprendentes, pero aún sin estos debieran rápidamente ir tomando cuerpo.
Con la experiencia vas a ir encontrando tu propia forma de hacer plantines, pero esta es una buena receta para empezar. Mucho éxito y la mejor germinación para ti.